domingo, 12 de octubre de 2014

Cáncer de Mama

1 de cada 8 mujeres lo tendremos. Así de duro, tus compañeras de clase, amigas o tu familia, tarde o temprano conocerás a alguien que lo esté pasando o lo haya pasado ya. O puedes ser tú. No será ahora, quizás cuando seas mayor. No avisa. Mantente atenta.

Atenta no es lo mismo que aterrada. Desecha el miedo, no te aporta nada. Así te hagas mamografías cada 6 meses, puedes no detectarlo. Entonces respira y piensa. Lo mejor es la prevención y el diagnóstico precoz, reconocer tu riesgo personal de padecerlo y que tu médico con ese dato te indique las pruebas oportunas. Es una posibilidad con la que hay que aprender a CONvivir. No hay cosa más triste que "vivir a medias", preocupada siempre y esperando una tragedia que lo más probable es que nunca te llegue a ocurrir.

Para evitar los miedos, siempre la información. La primera que debes recopilar está en tu familia, saber si algún familiar directo tuyo: madre, abuelas, tías o primas han tenido cáncer de mama, o de ovario o de colon. Las causas genéticas familiar sólo son responsables del 15% de casos de cáncer reportados, el resto ocurren al azar.

Además, existen factores de riesgo que no puedes modificar: raza blanca, edad, tener el primer hijo "tarde", menopausia también tardía o haberte expuesto en la niñez a radiación del tórax, son situaciones que claramente favorecen la aparición de cáncer de mama. Afortunadamente existen otros desencadenantes que si podemos controlar: sobrepeso, tabaco, ingesta de alcohol y exposición a estrógenos de larga duración.

Es bueno que te toques, explores y conozcas tus mamas. Si lo haces regularmente, los cambios los notaras fácilmente. Debes recordar que los pechos no son perfectos, bueno, salvo algunas afortunadas, pero el resto de las mortales somos asimétricas: una es más grande, el pezón es más pequeño o tiene una dirección distinta, una esta más caída, etc. Y variaciones en "tu normalidad" nos pueden ayudar a diagnosticar patologías (la mayoría benignas). Recuerda también que si te vas a explorar a consciencia hazlo durante o al finalizar la regla, antes te tocarás millones de cosas y te vas a dar un gran susto sin sentido. Nódulos nuevos, retracciones en la piel o sangre por el pezón, te deben alertar. Si eso ocurre, pide una cita con tu ginecólogo, te explorara y te pedirá alguna prueba de imagen.

El periodo de espera de los resultados es bastante angustioso,  pero por probabilidad estadística los resultados serán buenos y solamente requieras controles rutinarios o como mucho en 6 meses. Cuando no estamos del todo seguros, lo habitual es que te mandemos una biopsia. Con el correspondiente tiempo de espera hasta que te realizan el pinchazo y luego la espera de los resultados de anatomía patológica. Actualmente detectamos más cánceres de mama porque revisamos más y no tenemos miedo de pinchar, las mamas son órganos accesibles y una biopsia temprana puede marcar una diferencia en la tasa de curación.

El miedo tiende a desaparecer cuando tomas el control. He visto mujeres esperar en casa con un cáncer bastante evidente, porque no se atrevían a venir a la consulta y decirlo. Que el miedo no te paralice, ni para diagnosticarte, ni para tratarte, ni para seguir luchando hasta el final.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Adolescentes

Imagínate: tú, adolescente, 12 años, día de la primera regla, para tu mala suerte, te toco en el colegio, uniforme manchado, amigas encubriendo la "vergüenza", llaman a tu madre para que te traiga ropa. Y lo primero que hace tu mami, es sacarte del colegio y llevarte al ginecólogo de urgencias, para que te diga que hacer. Historia de la vida real.

A que leyéndolo ¿parece ilógico?, y ¡lo es! innecesario completamente, la adolescente ya tiene bastante con todas las emociones que ha tenido en el día, como para encima pasar el vértigo de ir al ginecólogo.
Así que, madre, hermana, tía, no lo hagan. No les hubiera gustado que se lo hicieran a vosotras.

La primera menstruación es algo importante en la vida de cada mujer, pero no hay que volvernos locos. Debería ser tratado con toda la naturalidad del mundo, y alrededor de los 10 - 11 años, las mamis deberían ir preparando a su hijas de que esto va a ocurrir, es normal y que aunque desagradable, es lo que permitirá que cuando ella quiera pueda tener hijos.

 Al inicio la regla, puede ser irregular, saltarse algunos meses, ser dolorosa o muy abundante. Va a variar entre ciclo y ciclo en distintas mujeres, porque el "eje de funcionamiento" aún no está del todo maduro y necesita un poco de tiempo para equilibrarse.

Si la regla duele, con tomar algún analgésico común suele bastar. Recuerden cambiar la dosis, si ya tiene la regla, probablemente la dosis pediátrica sea insuficiente.

Otra actitud que he visto en la consulta, es que algunas madres se empeñan en que la niña empiece a usar tampones cuanto antes. ¡No presiones!, cada mujer tiene sus tiempos para entender los cambios y atreverse a probar cosas nuevas. No es difícil, pero si la mujer no está relajada a la hora de ponérselo, puede ser misión imposible.

El tema importantísimo por abordar, son las relaciones sexuales. Madre, tía o hermana, tu "pequeña" puede empezar a tenerlas (ya ha crecido) y cuanto antes lo aceptes será mejor para todos. Aunque ahora pensemos que los adolescentes saben más que nosotros (muchas veces es cierto), propongo tocar el tema de la manera más abierta y sencilla que te sea posible, sin demonizar el sexo, pero advertir de sus consecuencias: recordarle que aunque se pongan métodos para no embarazarse  estos pueden fallar y que debería ser lo suficientemente responsable para usarlos bien. Además, la prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) SIEMPRE debería ser su prioridad. Existen estudios epidemiológicos que confirman que las parejas adolescentes son las menos estables, con sólo un 2% que sobrepasa el año de duración,así que imagínate el riesgo que corren.

Las revisiones ginecológicas habituales con citología deberían empezar como pronto a los 3 años de haber iniciado relaciones sexuales. O antes si existe algún síntoma importante: dolores de regla insoportables, sangrados que provocan anemia, etc.  Aunque tú (madre, tía o hermana) hayas ido siempre a un ginecólogo varón y añoso (no tengo nada en contra de ellos) y estés encantada con él, lo mismo a la adolescente no le apetece, habla con ella acerca de quien preferiría que la viera.


domingo, 31 de agosto de 2014

Fecundacion in vitro...¿en qué me estoy metiendo?

Oímos hablar de ella muy a menudo, pero la mayoría de veces no entendemos bien el proceso. Se vuelve distinto y confuso, cuando te han explicado que tus posibilidades de ser madre de manera "espontánea" son escasas. Los médicos tratamos de "nunca, decir nunca" porque a veces la biología y la vida nos sorprende.

Las causas por las que probablemente necesites recurrir a esa técnica son muy variadas: tus óvulos ya no son de buena calidad (por la edad o por alguna enfermedad como endometriosis); los espermatozoides (buenos y normales) de tu chico son muy escasos, deseo de tener un nuevo hijo tras una ligadura de trompas, etc.


Sea cual sea el motivo, es fundamental estar informada. Además del consentimiento de acuerdo a la legislación vigente, lo cual varía mucho en los países, ya que se trata de formar "nuevas vidas" y no siempre están permitidas todas las técnicas.

La idea es darte medicación, hormonas femeninas (pinchadas o inhaladas). Para que tus ovarios, hagan crecer varios folículos (pequeños sacos de líquido que dentro tienen un óvulo), a diferencia de un ciclo natural en que sólo se estimula uno o dos folículos. Al tener más, aumentan las opciones de que haya varios de buena calidad. Aunque todo esto tiene que ser muy controlado, porque el "estimularte" demasiado puede ser grave para tu salud en general. Por esto, una vez que empieces un ciclo de FIV (fecundación in vitro) los controles ecográficos con/sin análisis de sangre, son bastante estrictos. Toma su tiempo.

Cuando los folículos han crecido, se realiza la punción ovárica. Suena feo y lo es, pero menos mal, este procedimiento se hace bajo sedación controlado por un anestesista. A través de una ecografía vaginal se introduce una aguja en tus ovarios y se aspira el contenido de los folículos, para intentar obtener todos los óvulos posibles producidos. Muchas veces no se pueden "aspirar" todos o incluso algunos folículos están vacíos.
Tus óvulos, en el laboratorio, se preparan y maduran previo al contacto con los espermatozoides, existe cámaras como hornos que simulan las condiciones de tu cuerpo, temperatura, proporción de oxígeno, etc.

La muestra de semen, de tu pareja o donante, también se prepara para que estén listos para fecundar. Se puede optar por dos técnicas de fecundación: la "natural" es decir, se deja juntos a un óvulo y a un grupo de espermatozoides para que hagan lo suyo. Y la otra técnica se llama ICSI, consiste en "decapitar" al espermatozoide e introducir sólo su cabeza (la que lleva la información genética) dentro del óvulo para que el proceso de combinarse y crear un nuevo ser sea más fácil aun.


Luego, se espera a ver si ha funcionado y hay fecundación. Si tenemos embriones, se les deja descansar y crecer algunos días en el laboratorio, muchos se quedan a mitad del camino y no evolucionan. Según su aspecto se les puede catalogar, y decidir cuales parecen sanos y son los que dan la mejor opción de embarazo. El resto se congela, aunque eso depende de las leyes de cada país.

Una vez elegido el mejor o los mejores (como mucho las recomendaciones internacionales hablan de dos, pero lo ideal es transferir uno, para evitar los embarazos múltiples) el embrión es introducido al útero. Es un procedimiento más sencillo, todo el tiempo despierta y no duele. Luego de eso, queda cruzar los dedos para que el pequeñ@ encuentre un lugar acogedor en tu útero donde decida anidar y crecer.

lunes, 28 de julio de 2014

De copas



La regla siempre se ha presentado como un problema para las mujeres, y continuamente se investigan nuevas productos que nos hagan la vida un poco más fácil. La pregunta sobre si la copa menstrual es buena o no, cada vez es más repetitiva en mi consulta. 
Mi respuesta después de haber hecho una revisión bibliográfica sigue siendo la misma, creo que es un buen método, pero depende de cada mujer. Cada una de nosotras tenemos distintas inquietudes, y aún ahora en este siglo, encuentras chicas que no se sienten cómodas manipulando su vagina o mujeres que simplemente les da mucho "asco" la sangre y cuanto menos la vean mejor para ellas. Así que, depende de lo que quieras, pero nadie le quita a la copa el mérito de ser el método más barato y que quizás menos impacto tenga en el medio ambiente, ya que una copa te puede durar toda la vida y sólo tienes que esterilizarla una vez al mes. Para tener en cuenta.
 

Hay momentos en la vida que no podemos olvidarnos de las compresas femeninas (toallas higiénicas), por ejemplo en el postparto o tras una cirugía vaginal recomendamos usarlas, antes de cualquier otro método, para poder valorar mejor el sangrado que se tiene y prevenir una hipotética infección.

El uso de los tampones se ha incrementando en los últimos años, ya que se ha perdido un poco el miedo al síndrome de shock toxico. Aunque nunca deberíamos olvidarnos que es posible, aunque su incidencia, es muy baja. Por si no lo sabes esta causado por la toxina de una bacteria y cursa con un cuadro muy agudo de fiebre, erupción cutánea intensa y general, asociado a compromiso general corporal. Desapercibido no pasa.

Es importante para prevenir este cuadro y otras infecciones vaginales, recordar "cambiar" los tampones. Aunque suene muy obvio te sorprendería la cantidad de mujeres que acuden a las urgencias con síntomas de mal olor o flujo y lo único que les pasa es tener un tampón retenido en vagina que olvidaron quitar. Incluso algunas mujeres lo han dejado de un mes a otro, teniendo relaciones sexuales sin notarlo. Y no es propio de chicas jovencitas, pasa en todas las edades, pero en mi experiencia sobre todo he visto mujeres mayores de 30 años hasta los 50 casi.

En cuanto a la copa menstrual, existen actualmente diversas marcas, formas, colores y tallas (depende si has tenido hijos o no, para elegir el adecuado a tu cuerpo). Se puede comprar por internet o en supermercados, e incluso en algún sexshop, ya que existen algunas diseñadas específicamente para poder tener sexo con la regla, incluso sin que lo note la pareja. La idea es un recipiente que se colocas tu misma en la vagina y recibe directamente todo el flujo sanguíneo que viene del útero, luego de unas horas, te lo retiras, vacías el contenido y la vuelves a introducir. Parece fácil y lo es, pero como todo en esta vida, requiere un poquito de práctica.


Los estudios científicos que se han hecho, han demostrado que las mujeres se sienten tan cómodas con tampones o con copa por igual. La mayor queja, ha sido que al retirar la copa, puedes derramar el contenido y ensuciarlo todo, pero este inconveniente sólo lo indicaron las mujeres que tienen mucho flujo y que eran nuevas en el uso. En cuanto a los tampones, una de las quejas más frecuentes fue la excesiva absorción que tienen, dejando una sensación de sequedad incómoda.

Actualmente se está valorando el uso de las copas menstruales para otros fines, por ejemplo como método anticonceptivo (similar al diafragma, antes tan usado) o por el contrario como ayuda a la fertilidad, reteniendo el semen en la copa logrando que esté más cercano y más tiempo junto al cérvix. También existe la posibilidad de administrar medicamentos en la copa o incluso su valor en la prevención de enfermedades de transmisión sexual. Como ves, no parece tan malo, probarlo no cuesta mucho.

miércoles, 16 de julio de 2014

Mis pechos embarazados

A veces tus pechos te dan el primer aviso de que estas embarazada, los notas turgentes y muy sensibles. Y de pronto, empiezan a crecer. Estos síntomas y un retraso en tu fecha habitual de regla, es casi al cien por cien, embarazo seguro.
Durante las 40 semanas que dura el embarazo, irás notando los cambios en tu pecho, el primer trimestre es muy llamativo, al final del embarazo probablemente hayas aumentado entre una y dos tallas. Maravilloso, ¿no? Las parejas suelen estar encantadas, aunque el dolor y la sensibilidad a veces no les permite jugar mucho. Pero si tenías poco pecho antes, éste es el momento de ponerte todos los escotes que quieras.


El hecho de que lleves implantes mamarios, no impide la producción de leche, pero depende como haya sido tu cirugía y si tuvo o no complicaciones, puedes tener alguna molestia mayor a lo habitual, a veces las cicatrices internas pueden dificultar la expulsión de la leche, pero no es lo habitual. Hasta que no te pongas a intentarlo, no lo sabrás. El resto de cirugías mamarias: reducción o extirpación de quistes o nódulos, tampoco tienen porque interferir con la producción de leche.

La areola (la piel más oscura y rugosa que rodea el pezón) se oscurece más aún y crece. También pueden aparecer estrías por el estiramiento brusco de la piel. Para reducirlas o evitarlas (aunque veces es imposible) utiliza una crema hidratante antiestrías diariamente, es recomendable que te la apliques diariamente además en el abdomen y los glúteos. Si te pasas con el peso, las estrías pueden ser más exageradas.

Durante el tercer trimestre, notarás que empiezas a tener secreción amarillenta espesa por el pezón que no huele mal, no te asustes, suele ser el calostro que tu cuerpo está preparando para la llegada de tu retoño.

La preparación mental para la lactancia materna creo que es necesaria, saber si vas a hacerlo/intentarlo o a preferir fórmula. 
No nos engañemos, al inicio es duro. La cantidad que segregas los primeros días es escasa, pero es suficiente para mantener a tu bebé sin ninguna ayuda más. La lactancia a demanda, es lo que propugnamos. Cuanto más succión haga tu bebé, mayor leche producirás. En teoría esto suena fácil, pero los pezones duelen y a veces se forman las grietas, así tengas una técnica de lactancia correcta, y junto al agobio de "no sé porque llora el bebé", veo a muchas mujeres desesperadas y llorando porque no soportan la presión y acuden muchas veces a urgencias para que les suprimamos la leche.

Estoy de acuerdo en que la leche materna es el mejor alimento para tu bebé, y animo a las madres a darlo: es barato y nutritivo. Si has tenido un recién nacido pequeño o prematuro, le será de mucha ayuda. Pero, no creo que la lactancia tenga que ser un sufrimiento continuo, sólo porque te hagan creer que si no lo haces eres mala madre. Eso es una mentira total, y algunas mujeres "sienten" que los profesionales de la salud que son "abanderados de la leche materna a muerte" las juzgan.


La oxitocina y la prolactina, son hormonas que produce tu cerebro para estimular la producción y eyección de la leche materna, y ambas hormonas se ven influenciadas con el estrés. Para dar el pecho, necesitas un ambiente de tranquilidad, mientras aprenden, tú y tu bebé y se acomodan el uno al otro.

Dar el pecho es bonito pero cansado y requiere un gran esfuerzo por tu parte, "a demanda" significa a cualquier momento y en cualquier lugar, por lo menos es así las primeras semanas, hasta que se establezca bien, luego cuando te haces más al tema, la leche fluye mejor y ves que el bebé se llena, la tranquilidad vuelve a tu ser, y eres capaz de continuar un año entero si quieres.

Tú te conoces mejor que nadie, sabes lo que quieres para ti y para tus hijos y lo que eres capaz de soportar o no, finalmente es tu decisión.

domingo, 22 de junio de 2014

Suelo pélvico, como ponerlo en forma

El suelo pélvico, ese gran desconocido, todas oímos hablar de él pero, muy pocas le prestamos la atención debida. Para que nos entendamos fácilmente, cuando estamos de pie, nuestra entrepierna tiene que sostener todo el peso del tronco y la presión intraabdominal creada por nuestros órganos. El suelo pélvico está formado por los músculos que se encargan de sujetar vejiga, vagina y recto, son varios conectándose desde el pubis hasta el coxis y son fundamentales para nuestra calidad de vida. Si no cuidamos de ellos, aparecerán disfunciones sexuales, incontinencia urinaria y alguna veces fecal o de flatos. Y eso no nos gusta nada.

Tener un parto o simplemente haber estado embarazada hasta el tercer trimestre, somete a nuestro cuerpo a cargar con un sobrepeso importante, y aunque recuperes rápidamente tu figura, si no te dedicas a ejercitar tus músculos después del parto, se te quedarán flácidos. Y será peor, si después del embarazo te quedas con unos kilitos de más. Otros factores añadidos que causan la disfunción del suelo pélvico son el estreñimiento y la tos crónica. El cuadro se suele empeorar en la menopausia, cuando la sequedad de los tejidos hace más débiles los músculos. Por supuesto que esto no les ocurre a todas las mujeres, si no hablaríamos de una verdadera epidemia, tiene que ver mucho la calidad de los tejidos de cada persona. Existen mujeres que no tienen ningún criterio de los que he mencionado, nunca han tenido hijos y también sufren este problema, por una debilidad innata de sus músculos.

Todas las mujeres que han tenido hijos lo dicen, "abajo todo cambia" y es cierto, con el embarazo cambiaron los colores de la vulva, su aspecto y la sensación de estar "más abierta" es algo que casi todas nos refieren, tiene su lógica, una cabeza ha salido por ahí. Pero esto no debería ser una sensación de discomfort permanente en tu vida. 

Los famosos ejercicios de Kegel, para fortalecer el suelo pélvico son los que nos ayudan a mantener la salud de esta área, pero algunas mujeres no son capaces de identificar los músculos que deben contraer. 
Las bolas chinas, nos ayudan a identificar cuales son los músculos a contraer. Lo que aportan son un peso y una pequeña vibración cuando las tenemos dentro que estimula la circulación sanguínea y la contracciones/relajación muscular. Se pueden comprar en Sex Shops o en farmacia, de una sola bola o de dos (estándar para mujeres sexualmente activas). Actualmente están hechas en silicona, con material de fácil limpieza y cuidado. Son dos bolas unidas por un cordón, todo esto debe quedar dentro y tiene otro pequeño cordón que debe sobresalir para tirar de ellas cuando termines.

Al inicio el mantenerlas dentro sin que se caigan es bastante difícil para algunas mujeres que no se pueden ni poner de pie con ellas. Pero como todo ejercicio necesita constancia y paciencia. Habitualmente, a partir de las 6 semanas de uso se va notando la mejoría, se hace máxima en los meses siguientes conforme vayas incrementando el tiempo que las usas y a actividad que realizas con ellas. No se recomienda mantenerlas dentro más de una hora y el aumento de esfuerzo ha de ser gradual, iniciar con 5 -10 minutos tres veces por semana será suficiente. Si empiezas a tener sensación de dolor pélvico interno leve como de haber hecho ejercicio ("agujetas") es que lo estás haciendo bien. En mujeres jóvenes también es recomendable su uso como prevención, y en todas las edades el beneficio extra de aprender a contraer ciertos músculos que pueden sorprender a tu pareja en el coito. Si las tailandesas pueden, todas podemos.

jueves, 5 de junio de 2014

¡Sorpresa son dos!

¡Vienen dos! Menudo susto en la consulta cuando te lo contamos. Pero es que pasa y cada vez es más frecuente. Muchas tienen antecedentes en la familia de gemelos, pero las técnicas de reproducción asistida han conseguido incrementar estas tasas. Actualmente la tendencia mundial es reforzar la idea de que tener una gestación única es la mejor opción, por lo cual se intenta estimular menos los ovarios y en caso de fecundación  in vitro, lo ideal es transferir un embrión, según sea el caso claro.

Pero cuando ya estamos sobre la marcha,y vemos a tus dos pequeños embriones, nos ponemos manos a la obra para controlarte más y asegurarnos que todo vaya lo mejor posible. Algunas pacientes deciden la reducción embrionaria, es una técnica que trata de eliminar un embrión, sólo realizado por manos expertas, pero a veces trae la consecuencia de que se pierdan los dos. No es muy frecuente recomendarla, sobretodo cuando existe un riesgo de salud importante para la madre por tener una gestación gemelar o cuando son más de dos fetos.

Existen diferentes riesgos que se presentan en estas gestaciones dobles que debemos controlar, la prematuridad es lo fundamental a considerar porque puede tener consecuencias importantes en alguno de los bebés (respiratorias, oculares, digestivas, etc.) según las semanas con las que se produzca el parto. También se incrementa el riesgo de que alguno presente crecimiento intrauterino restringido (CIR) y se aumenta en estas mujeres la tasa de preclampsia.  Como vez, todos estos riesgos no son cosas de juego, por lo tanto las gestaciones gemelares tienen muchas más visitas al médico que una gestación única.

Los gemelos que no son idénticos, es decir los "bicoriales biamnióticos", son los que menos problemas nos suelen dar, al tener cada uno su propio sistema de nutrición y su propio ambiente, el desarrollo de cada uno es como si lo hicieran de manera independiente. Los que comparten placenta "monocorial biamnióticos" y los que comparten placenta y bolsa de líquido amniótico "monocorial monoamnióticos", son los que suelen necesitar un seguimiento estrecho y nos preocupan un poco más, por lo tanto los controles deberían hacerse en centros capacitados para resolver situaciones emergentes. El principal peligro que nos da este tipo de gestación, es que al compartir placenta uno de los bebés puede ser más "hambriento" que el otro y en vez de repartirse equitativamente el aporte sanguíneo, uno crezca más y el otro se quede pequeñito. Normalmente esto no ocurre, pero si sucede se diagnostica por ecografía y algunas veces puede tratarse sin necesidad de adelantar la fecha de parto.

Como te comentaba lo habitual en los gemelos de todos los tipos es la prematuridad, se cree porque el útero no aguanta tanta distensión en sus paredes y por "cansancio" inicia con contracciones antes de tiempo, lo habitual es que podamos frenarlas lo suficiente para poner dos dosis de corticoides inyectados a la mamá que ayudará a madurar los pulmones de los bebés y que les disminuya las posibilidades de nacer con problemas respiratorios. Casi todos los problemas si se diagnostican a tiempo tendrán una solución, así que no dudes en consultar tus síntomas y dudas con tu ginecólogo.