jueves, 23 de enero de 2014

De la cándida y otros picores

Seguro a muchas les ha pasado, mínimo alguna vez en la vida, picor en la vulva y dentro de la vagina; tanto que te quisieras rascar a cuatro manos, empieza como una ligera molestia y va a más, molestándote incluso para hacer pis, además del flujo desagradable...según los libros como "requesón" nada más apropiado, la verdad.

Estos son los síntomas típicos de la candidiasis vulvovaginal y nos ocurre básicamente porque somos mujeres. La "cándida" es un hongo que vive normalmente en nuestra piel, boca, vagina y ano, y a veces por alguna causa conocida: toma de antibióticos, diabetes, enfermedades crónicas o toma de medicamentos que bajen las defensas, etc.  O sencillamente sin causa aparente, empieza a crecer descontrolada, ganándole terreno a las bacterias que viven en la vagina para protegernos.

Es común tener estos episodios desde niñas hasta abuelas, así que no desesperes, no es tan malo como suena. Como en todas las enfermedades la limpieza es un punto importante, pero el exceso de limpieza puede ser contra producente, al erradicar también las bacterias que protegen tu vagina, habitualmente con una vez al día de agua y jabón intimo es suficiente.
 
Existen estudios científicos que han intentado demostrar el cambio de flora vaginal que se produce en las mujeres que usan "toallas de diario" "salvaslips" "panty liners" o como quieras llamarlo, pero los resultados son contradictorios. Yo, sigo pensando y recomendando que la mejor ropa interior es de algodón (braga, bikini, tanga, da igual)  y dejar los materiales sintéticos para algunos días puntuales, así como el uso del salvaslip ocasional. Y si duermes sin bragas, incluso mejor. Consejos de médico antiguo seguro, pero en muchas mujeres dan resultado mejorando el tiempo entre episodios de picor.
Tampoco el anillo vaginal anticonceptivo incrementa la candidiasis vulvovaginal, incluso parece que favoreceria el crecimiento de la flora vaginal normal que nos protege.

Quizás, en el verano es cuando más las solemos ver, pero en realidad está todo el año. Asi que recuerda: no se contagian por compartir baños, ni por las relaciones sexuales, ni en las piscinas. Es TU propio hongo un poco más alocado de la cuenta. Tu pareja no tiene porque tratarse, a menos que también tenga síntomas: picor, edema y enrojecimiento del pene.

Usualmente el tratamiento es sencillo, con cremas, pastillas u óvulos (pastillas para la vagina) pero hay que saberlos usar y  usarlos todo el tiempo indicado, porque si no, se te puede volver crónica y algunas "cándidas" no hacen honor a su nombre y son terribles.

Habitualmente los tratamientos más sencillos los venden sin receta médica, porque las mujeres que la han tenido una vez, pueden reconocerlo pronto y tratarse ellas mismas.
Pero ten en cuenta, que a veces existen problemas en la vulva, que no son hongos, y si no te funciona la crema en los primeros días, lo mejor será que consultes con un especialista.

viernes, 17 de enero de 2014

Sexo en el embarazo...¿puedo?

Sí, sí y sí por favor. Con esto acabaría el post de hoy, pero quiero profundizar el tema, ya que llama mucho la atención que son pocas mujeres las que hablan de este tema en la consulta.

En las 40 semanas que dura el embarazo,  la actividad sexual se puede mantener al ritmo que la pareja considere, siempre y cuando, la gestación transcurra dentro de lo normal.  
Si padeces por ejemplo, una amenaza de aborto; tu médico te especificará que hagas reposo y eso incluye la abstinencia sexual con penetración. Rara vez solemos prolongar el ayuno sexual, a menos que sea una patología muy importante y que no se solucione con el paso del tiempo. Me he preocupado de recalcar "con penetración", porque no significa que las mujeres se deban abstener de explorar la intimidad con su pareja desde otras perspectivas. Siempre viene bien innovar, aunque se debería evitar introducir objetos en la vagina o en el ano de la mujer embarazada, así el embarazo sea normalísimo.

El deseo sexual en la mujer está regido por múltiples factores, incluidos los externos, no simplemente el "apetito fisiológico" es el que manda, nos influye también el estado de ánimo y el bienestar físico y social que te rodea en ese momento.
Al inicio de la gestación la mayoría suelen estar cansadas continuamente, algunas con náuseas y otras con vómitos, por lo que es obvio pensar que el deseo este dormido, por las circunstancias que te rodean, no porque el embarazo disminuya tus ganas.
Conforme avancen las semanas de embarazo, los cambios de aspecto en tu cuerpo pueden hacer que te sientas insegura o poco atractiva, evitando el encuentro sexual. En este punto es decisivo el apoyo de tu pareja, el/ella debería ayudarte a recordar lo hermosa que eres y que sigue pensando en ti como una mujer, y que finalmente todo este trastorno en tu cuerpo es temporal.
También sería bueno que recuerdes que tú bebé esta seguro dentro de ti, el líquido amniótico, el útero y la pelvis lo protegen. Por el contrario si tú disfrutas, la liberación de endorfinas llegara por sangre a tú bebé y le dará una sensación de bienestar.

La penetración no tiene porque ser dolorosa, si tienes poca lubricación, puedes usar cualquier lubricante de farmacia, no están contraindicados en el embarazo. Incluso algunas veces luego del coito puedes tener el flujo algo manchado(marrón o rosa), mientras sea poca cantidad y desaparezca pronto, no debes de preocuparte.

En el tercer trimestre del embarazo se recomienda que se busquen posturas más cómodas, las cuales no compriman el abdomen y permitan que tú manejes la profundidad de la penetración. Tú sentada encima, en sus distintas variantes, seria la posición ideal. La penetración de lado, aunque no es muy profunda mantiene la intimidad de la pareja, el contacto visual y la comodidad de la mujer gestante. Por otro lado la penetración desde atrás, el ritmo lo maneja tu pareja, pero puede beneficiarte en que notes menos los movimientos fetales durante el coito, que algunas mujeres refieren como incomodo o inoportuno.


Todo se basa en la comunicación que tengas con tu pareja, ambos pueden tener miedos o sentirse inseguros y pensar que el sexo va a cambiar para siempre. No todo lo que cambia es malo, se puede aprender mucho de esta etapa...además no te tienes que preocupar por la anticoncepción, ¡qué libertad!

sábado, 11 de enero de 2014

Anticoncepción para siempre, ¿estoy preparada?

El deseo de las mujeres de finalizar su periodo reproductivo y poder disfrutar de las relaciones sexuales, ha permitido que " ligar las trompas" se vuelva una cirugía accesible; en muchos sitios ambulatoria (que no requiere ingreso hospitalario) y sencilla en su ejecución. Cada vez son más las mujeres que solicitan este tipo de intervención quirúrgica, incluso estando embarazadas, en caso se programe una cesárea, para que se pueda realizar inmediatamente después de extraer al bebé.

Si eres una mujer joven, menor de 30 años, normalmente tu médico te recomendara otro método, cualquiera que sea "no definitivo": un dispositivo intrauterino, inyecciones, implante etc.  Porque la experiencia nos ha enseñado, que las mujeres que se ligan las trompas muy jóvenes o habiendo tenido un solo hijo, luego pueden arrepentirse. La vida da muchas vueltas y si hoy estas feliz con tu pareja y tu hijo, o tienes super claro que nunca vas a querer embarazarte; según las circunstancias por las que te lleve la vida,  puedes cambiar de opinión. Y si eso ocurre, empiezan los agobios, buscando unidades de reproducción  para realizar una fecundación in vitro, con el coste emocional, físico y económico que conlleva.
Por lo tanto, hay que pensarlo muchas pero muchas veces y estar muy de acuerdo con tu pareja y contigo misma.

El procedimiento es sencillo, y el beneficio primordial  es que su efectividad inicia al momento de la cirugía,  no hacen falta plazos de espera para disfrutar del sexo libremente.
Al realizarse en una cesárea, no alarga mucho el tiempo quirúrgico y la recuperación postoperatoria no varía.
Cuando se realiza de manera programada, debes estar en ayunas para poder anestesiarte, luego se realiza una incisión en el ombligo por el cual se introduce gas y cuando esta el abdomen lo suficientemente "inflado", una cámara y una pinza entran por la misma incisión, y tras visualizar las trompas se queman y/o cortan. Luego se te retira el aire del abdomen, se dan puntos en piel, te despiertas, y luego de unas pocas horas de observación te vas a casa.
Así contado parece maravilloso, pero hay que recordar que es una cirugía y como todas intervención quirúrgica puede tener sus complicaciones inesperadas: sangrado, infección de herida quirurgica, etc.

Existe otro método para obstruir las trompas desde dentro del útero. Estando despierta y tumbada en una camilla ginecológica, tú médico a través de una cámara muy fina visualizará el cuello del útero, irá dilatando el interior del útero con suero salino (en vez de gas como en la laparoscopia) hasta que visualiza la unión de las trompas con el útero, ahí se colocará unos muelles que provocaran las obstrucción de las trompas. La recuperación es inmediata y ese mismo día estas en casa. El inconveniente es que hay que esperar tres meses para confirmar que las trompas ya no son permeables, tiempo similar a la vasectomía en el varón. También puede presentar alguna complicación, pero son poco frecuentes.

Cada uno de estos métodos con sus variantes de técnicas tienen una tasa de fallos aproximadamente de 0,1%, un porcentaje muy bajito de fallo, aunque no infalibles.




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miércoles, 1 de enero de 2014

Diabetes en el embarazo

Además de modificar el aspecto de tu cuerpo, el embarazo, puede traer trastornos en el metabolismo de los azúcares, a lo que se conoce como diabetes gestacional, ocurre aproximadamente en cada 18 de 100 mujeres embarazadas, pero rara vez es grave. Esto no significa que vayas a ser diabética toda tu vida ni que vayas a necesitar pincharte insulina para siempre, pero si requiere un control un poco más exhaustivo del embarazo por parte de tu médico.

Para diagnosticarla, se realiza el test de O´Sullivan, normalmente en el segundo trimestre entre la 24 y 28 semanas de embarazo. Esta prueba solo es un "detector" de posibles mujeres en riesgo, no sirve para diagnosticar. Por eso, cuando el test de O'Sullivan ha dado positivo, no te preocupes aún, hay que confirmarlo con otra prueba: la "curva larga". Consiste en tomar una mezcla de agua y azúcar, obtener muestras de tu sangre y medir el nivel de azúcar antes de tomarla, a la hora, a las dos horas y a las tres horas después de beberla.

Si esta prueba, la curva larga, sale alterada tu ginecólogo podrá enviarte a consultar con el endocrinólogo, él se encargara de darte un plan de dieta y enseñarte cómo medirte la glucosa a diario en casa. Si con esto no controlas tu nivel de azúcar en sangre, probablemente requieras insulina, mientras dure tu embarazo. Aproximadamente 1 de cada 5 mujeres con diabetes gestacional requerirá administrarse insulina en algún momento del embarazo porque la dieta no será suficiente. Por lo que deberías tomarte la dieta muy en serio, el que estés a dieta no afectará a tu bebé, mientras sea controlada por un profesional.

Existen algunos criterios médicos, por los que tu ginecólogo podría adelantarte la prueba y realizar en el primer trimestre, sobretodo si has tenido diabetes gestacional en otro embarazo o tu hijo anterior fue macrosómico, normalmente relacionado con bebes que pesan al nacer más de 4000gr.

Muchas mujeres se asustan por tener tratarse con insulina, es un medicamento que no va a tener efectos indeseables en tu bebé y aunque es molesto darse pinchazos diarios, recuerda que solo son unos meses. Pero cuidado, él estar con insulina, no te salva de manejar bien tu alimentación, cuanto más sana será mejor para evitar todos los riesgos que conlleva la diabetes gestacional.


El riesgo de la diabetes gestacional es que tu bebé sea muy grande para las semanas de embarazo que tienes. Esto aumenta la probabilidad de que se te realice una cesárea y si es un parto, la probabilidad de que este se complique, tanto para la mamá y el bebé.  Por lo que es muy importante diagnosticarla en el segundo trimestre para poder prevenir estas complicaciones al final embarazo.
Además, el haber padecido diabetes gestacional aumenta tu posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2 y también que tu bebé la desarrolle en la adultez, asociada o no, a obesidad.


Para disminuir tus posibilidades de padecer diabetes gestacional es mejor que inicies el embarazo en tu peso ideal, siguiendo una dieta saludable y ejercicio regular, incluso desde antes de dejar utilizar tú método anticonceptivo.