Todas las mujeres
deberíamos tocarnos las mamas. Eso parece que está claro, el asunto es que la
mayoría no sabe cuándo o como hacerlo, ni que es lo que se tiene notar.
Para empezar deberías
explorarte las mamas siempre cuando acabando la regla, todo lo que toques en
tus mamas antes, tiene poco sentido. Con la ovulación y los cambios hormonales
que se producen antes de la menstruación, las mamas se pueden hinchar y puede
ser que toques nódulos por todos los lados causándote una ansiedad sin sentido.
Siempre recomendamos
que lo primero que debes hacer es verlas, desnuda de cintura para arriba con
los brazos en tus cinturas, como posando, simplemente contemplarlas ver como
son, hacia adonde apuntan tus pezones, cual es la caída que tienen, su forma etc.
Luego con toda la mano pero sobretodo con los dedos, recórrelas desde fuera en
forma circular hasta el pezón...da igual cual sea la forma exactamente, pero
tienes que conocerlas, y saber en qué lado son habitualmente más duras o
blandas. Por último nunca olvides apretar el pezón con cuidado para observar sí
sale alguna secreción.
Y ya está con eso se
acabó la rutina. Es cierto que a nivel poblacional estos autocontroles no han
demostrado grandes cambios en las estadísticas del diagnostico de cáncer de mama,
pero a nivel personal, si pueden hacer la diferencia.
Si te encuentras algo
raro: un bulto, una herida en la mama o secreción por el pezón, deberías
consultar.
Pero muchas veces el
miedo nos paralizara, sabemos que el cáncer de mama es muy frecuente incluso en
gente joven pero a pesar de eso no hablamos, no buscamos ayuda y cuando
finalmente lo decimos puede ser ya tarde.
Cuando acudas, tú
médico de cabecera o ginecólogo habitual te palpara y podrá darte
tranquilidad sobre la primera impresión sobre esa molestia, pero lo habitual es
que acompañemos el diagnóstico de una prueba, ya sea ecografía, recomendada
sobretodo en menores de 40 años y mamografía en mayores.
A veces los resultados
de estas pruebas tampoco son concluyentes y te derivan a otras pruebas más,
resonancias magnéticas o aspiración del líquido si son quistes o biopsias de
mama si es una lesión sólida, para quedarnos absolutamente seguros.
El hecho de que te
digan que tienes que pincharte la mama ya asusta, y el que diga que no miente.
Pero aunque te agobie, hazlo. Es cierto que la mayoría de veces las biopsias
son negativas para malignidad, son quistes o fibroadenomas, pero algunas veces
nos damos con sorpresas.
Las punciones o
biopsias normalmente las hacen los radiólogos bajo guía ecográfica, se coloca
anestesia local y se aspira con una jeringa el líquido que contiene el quiste o
con una pistola muy pequeña se obtiene pequeños cilindros de tejido para
analizar, según sea la lesión. Y ya está, en cinco o siete días tienes una
respuesta, y se acaban los quebraderos de cabeza.
Las revisiones
ginecológicas valen para eso, para prevenir y en el caso que tengas algo malo,
diagnosticarlo lo más pronto posible para poner el tratamiento óptimo, da miedo
pero lo mejor es afrontarlo cuanto antes por ti y por los que quieres.