sábado, 4 de abril de 2015

Posparto y ¿ahora que?

Ya está, ya paso, ahora tienes a tu bebé en brazos y te enfrentas a todo un mundo nuevo de sensaciones y preguntas, a todas esas cosas que nadie te cuenta.

Es normal que estés cansada, no te exijas más de la cuenta, el parto ha sido un estrés muy grande para tu cuerpo y tu mente, probablemente no habrás dormido muchas horas y quizás la adrenalina y la felicidad te llenen en ese momento, pero luego puede venir el bajón extremo, así que tómalo con calma, intenta no tener muchas visitas para que te permitan descansar, eres una super mamá desde ya, no hace falta que lo demuestres.

Si tuviste un parto vaginal, lo habitual es que te sientas bastante bien al día siguiente. Pero todo depende, ni es lo mismo tener pocos puntos o haber tenido una episiotomia amplia. 
Algunas mujeres creen que por no haber tenido puntos no deberían tener molestias en la vulva, y eso no es del todo cierto, muchas veces la zona se siente irritada y puede doler al sentarse, al hacer movimientos bruscos o al miccionar. Irá mejorando con los días, el hielo aplicado en tandas de 10 minutos varias veces al día puede ayudar, siempre protegiendo la piel para que no te la quemes por el frío.
Recomendamos siempre usar compresas de algodón y cambiártelas cada vez que puedas, la higiene es fundamental para evitar infecciones. Si has necesitado algún punto, no hacen falta quitarlos ellos se caen solos a los 10 ó 15 días tras el parto. 

La vía intravenosa se convierte en algo adherido a ti, y no es conveniente quitarla al menos 12 horas después del parto porque son las horas donde ocurren las mayores de las complicaciones. Es incomoda, lo sabemos, pero las vías salvan vidas, recuérdalo así. En cuanto controles el dolor con medicamentos vía oral y hayan pasado 12 horas del parto, se te puede quitar la vía sin ningún inconveniente.

En las primeras horas posparto, las enfermeras acudirán a verte y preguntarte como te encuentras, te tomaran constantes por turno, vigilaran que micciones y además vigilaran tu útero. Esto significa que palparan tu abdomen hasta encontrar el útero, esta sensación puede ser molesta, pero nos sirve mucho para saber si el útero se está contrayendo bien, aunque demorara varias semanas aún en volver a su tamaño normal. Si todo va bien, se irá contrayendo sólo, ayudado por algunos fármacos puestos después del parto, y se generaran los famosos "entuertos" los sentirás como contraciones, suaves la mayoría pero algunas pueden ser muy intensas, pide analgésicos cuando los necesites, son compatibles con la lactancia.

Pasadas las 24 horas después de parir, los riesgos provocados por el parto casi han desaparecido. Aunque el personal de enfermería y auxiliares seguirán pasando por tu habitación a preguntarte como te encuentras y a tomarte constantes (tensión, temperatura, etc.) cada turno. Si interrumpe tus horas de descanso o de visitas de amigos y familiares, no lo tomes como algo personal, su función es vigilar que no te ocurra nada. Si todo transcurre normalmente a las 48 horas puedes irte a casa, incluso la madre se podría ir a las 24 horas, pero como al bebé le tienen que hacer las pruebas del oído y talón, mejor ya se van a casa todos juntos.

No todos los bebés se agarran al pecho a la primera, ni los que hicieron piel con piel en el minuto uno ni los que tuvieron que ir a la incubadora por algún motivo. Cada bebé y cada mamá es un mundo.
Así que la recomendación fundamental es que tengas al bebe cerquita a ti, para que aprenda a engancharse y lo coja cuando quiera, muchas veces será sólo como "chupete" pero no importa, esta en su proceso de aprendizaje con base en el instinto. El té buscara y si tu estas tranquila y recuerdas las posturas que te enseño la matrona en la preparación podrás encontrar alguna que los dos estén cómodos y la lactancia se desarrolle naturalmente. Normalmente no tendrás mucho los primeros días, no te agobies, subirá y lo notaras (no es algo que pase desapercibido) .
Y si decides no dar el pecho, por el motivo que tú decidas (eres libre de elegir, no te sientas mal por eso), con que lo avises a tu ginecólogo el té dejara pautadas unas pastillas para frenar la subida.

Lo demás, varía en cada mujer, pero una preocupación que siempre tienen en mente, es el tema de las deposiciones. No te preocupes puedes empujar, los puntos no se van a abrir, aunque sientas que sí. El cuerpo en su sabiduría suele mandar la primera deposición bastante blanda. No te fuerces a hacerlo en el hospital antes de irte a casa, seguro que cuando llegas a tu casa y a tu baño, todo fluye.

Esto son sólo pequeños consejos, ahora disfruta, ya lo tienes contigo, por fin puedes verle la carita y contarle los deditos. Felicitate a ti misma por lo valiente que has sido. ¡Ánimo!