domingo, 31 de agosto de 2014

Fecundacion in vitro...¿en qué me estoy metiendo?

Oímos hablar de ella muy a menudo, pero la mayoría de veces no entendemos bien el proceso. Se vuelve distinto y confuso, cuando te han explicado que tus posibilidades de ser madre de manera "espontánea" son escasas. Los médicos tratamos de "nunca, decir nunca" porque a veces la biología y la vida nos sorprende.

Las causas por las que probablemente necesites recurrir a esa técnica son muy variadas: tus óvulos ya no son de buena calidad (por la edad o por alguna enfermedad como endometriosis); los espermatozoides (buenos y normales) de tu chico son muy escasos, deseo de tener un nuevo hijo tras una ligadura de trompas, etc.


Sea cual sea el motivo, es fundamental estar informada. Además del consentimiento de acuerdo a la legislación vigente, lo cual varía mucho en los países, ya que se trata de formar "nuevas vidas" y no siempre están permitidas todas las técnicas.

La idea es darte medicación, hormonas femeninas (pinchadas o inhaladas). Para que tus ovarios, hagan crecer varios folículos (pequeños sacos de líquido que dentro tienen un óvulo), a diferencia de un ciclo natural en que sólo se estimula uno o dos folículos. Al tener más, aumentan las opciones de que haya varios de buena calidad. Aunque todo esto tiene que ser muy controlado, porque el "estimularte" demasiado puede ser grave para tu salud en general. Por esto, una vez que empieces un ciclo de FIV (fecundación in vitro) los controles ecográficos con/sin análisis de sangre, son bastante estrictos. Toma su tiempo.

Cuando los folículos han crecido, se realiza la punción ovárica. Suena feo y lo es, pero menos mal, este procedimiento se hace bajo sedación controlado por un anestesista. A través de una ecografía vaginal se introduce una aguja en tus ovarios y se aspira el contenido de los folículos, para intentar obtener todos los óvulos posibles producidos. Muchas veces no se pueden "aspirar" todos o incluso algunos folículos están vacíos.
Tus óvulos, en el laboratorio, se preparan y maduran previo al contacto con los espermatozoides, existe cámaras como hornos que simulan las condiciones de tu cuerpo, temperatura, proporción de oxígeno, etc.

La muestra de semen, de tu pareja o donante, también se prepara para que estén listos para fecundar. Se puede optar por dos técnicas de fecundación: la "natural" es decir, se deja juntos a un óvulo y a un grupo de espermatozoides para que hagan lo suyo. Y la otra técnica se llama ICSI, consiste en "decapitar" al espermatozoide e introducir sólo su cabeza (la que lleva la información genética) dentro del óvulo para que el proceso de combinarse y crear un nuevo ser sea más fácil aun.


Luego, se espera a ver si ha funcionado y hay fecundación. Si tenemos embriones, se les deja descansar y crecer algunos días en el laboratorio, muchos se quedan a mitad del camino y no evolucionan. Según su aspecto se les puede catalogar, y decidir cuales parecen sanos y son los que dan la mejor opción de embarazo. El resto se congela, aunque eso depende de las leyes de cada país.

Una vez elegido el mejor o los mejores (como mucho las recomendaciones internacionales hablan de dos, pero lo ideal es transferir uno, para evitar los embarazos múltiples) el embrión es introducido al útero. Es un procedimiento más sencillo, todo el tiempo despierta y no duele. Luego de eso, queda cruzar los dedos para que el pequeñ@ encuentre un lugar acogedor en tu útero donde decida anidar y crecer.

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