domingo, 30 de marzo de 2014

Mis pechos y los tuyos

Todas las mujeres deberíamos tocarnos las mamas. Eso parece que está claro, el asunto es que la mayoría no sabe cuándo o como hacerlo, ni que es lo que se tiene notar.

 
Para empezar deberías explorarte las mamas siempre cuando acabando la regla, todo lo que toques en tus mamas antes, tiene poco sentido. Con la ovulación y los cambios hormonales que se producen antes de la menstruación, las mamas se pueden hinchar y puede ser que toques nódulos por todos los lados causándote una ansiedad sin sentido.
 
Siempre recomendamos que lo primero que debes hacer es verlas, desnuda de cintura para arriba con los brazos en tus cinturas, como posando, simplemente contemplarlas ver como son, hacia adonde apuntan tus pezones, cual es la caída que tienen, su forma etc. Luego con toda la mano pero sobretodo con los dedos, recórrelas desde fuera en forma circular hasta el pezón...da igual cual sea la forma exactamente, pero tienes que conocerlas, y saber en qué lado son habitualmente más duras o blandas. Por último nunca olvides apretar el pezón con cuidado para observar sí sale alguna secreción.
Y ya está con eso se acabó la rutina. Es cierto que a nivel poblacional estos autocontroles no han demostrado grandes cambios en las estadísticas del diagnostico de cáncer de mama, pero a nivel personal, si pueden hacer la diferencia.

 
Si te encuentras algo raro: un bulto, una herida en la mama o secreción por el pezón, deberías consultar.
Pero muchas veces el miedo nos paralizara, sabemos que el cáncer de mama es muy frecuente incluso en gente joven pero a pesar de eso no hablamos, no buscamos ayuda y cuando finalmente lo decimos puede ser ya tarde.

 
Cuando acudas, tú médico de cabecera o ginecólogo habitual te palpara y podrá darte tranquilidad sobre la primera impresión sobre esa molestia, pero lo habitual es que acompañemos el diagnóstico de una prueba, ya sea ecografía, recomendada sobretodo en menores de 40 años y mamografía en mayores.



 

A veces los resultados de estas pruebas tampoco son concluyentes y te derivan a otras pruebas más, resonancias magnéticas o aspiración del líquido si son quistes o biopsias de mama si es una lesión sólida, para quedarnos absolutamente seguros. 
 
El hecho de que te digan que tienes que pincharte la mama ya asusta, y el que diga que no miente. Pero aunque te agobie, hazlo. Es cierto que la mayoría de veces las biopsias son negativas para malignidad, son quistes o fibroadenomas, pero algunas veces nos damos con sorpresas. 

Las punciones o biopsias normalmente las hacen los radiólogos bajo guía ecográfica, se coloca anestesia local y se aspira con una jeringa el líquido que contiene el quiste o con una pistola muy pequeña se obtiene pequeños cilindros de tejido para analizar, según sea la lesión. Y ya está, en cinco o siete días tienes una respuesta, y se acaban los quebraderos de cabeza.

 
Las revisiones ginecológicas valen para eso, para prevenir y en el caso que tengas algo malo, diagnosticarlo lo más pronto posible para poner el tratamiento óptimo, da miedo pero lo mejor es afrontarlo cuanto antes por ti y por los que quieres.

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