lunes, 17 de marzo de 2014

Recta final

Ya lo tienes todo listo, cuna y cochecito, sólo queda esperar la llegada de tu bebé. Casi sin dormir, porque no encuentras la postura y con la maleta llena por si hay que salir corriendo. Queda enfrentarnos a lo mejor y a lo que más miedo da.

Entre la 35 y 36 semanas de gestación tu ginecólogo o matrona, te tomará un exudado vagino-rectal. Es decir, con una torunda de algodón se toma una muestra de la secreción vaginal y rectal que se envía al laboratorio para cultivar (no es tan horroroso como suena, un minuto y listo), todo para saber si eres portadora del Estreptococo del grupo B. Esta es una bacteria que puede infectar a tu bebé a través del canal del parto, produciendo algunas veces dificultades respiratorias y demás patologías a tu bebe.  Lamentablemente es muy común, y de fácil reinfección, por lo tanto no vale que al diagnosticarte la traten con antibiótico. Hay que esperar hasta el momento del inicio del parto o si tienes una ruptura de la bolsa de líquido amniótico. Si algo de esto ocurre antes de lo esperado y no ha dado tiempo a hacerte la toma de muestra del exudado, probablemente también recibas antibiótico, según algunos criterios médicos.


En estas ultimas semanas también, además de seguir controlándote la tensión arterial y el peso de tu bebé, se puede incluir la monitorización fetal, esta consiste en dejarte tumbada por 20 minutos como mínimo y escuchar los latidos de tu bebé registrándolos en una gráfica (como hacer un electrocardiograma a tu bebé) y además el tono muscular que tiene el útero, para saber si tienes contracciones y como reacciona tu retoño ante ellas. Muchos hospitales varían sus protocolos y no todas las mujeres necesitan monitores semanales, depende de tu gestación, aunque incluso hayan corrientes científicas que están en contra de hacerlos.

Por otro lado, los ginecólogos nos suele gustar que el anestesista te conozca. La consulta de preanestesia, consiste en hablar con el anestesista (lo habitual es que no sea el que estará contigo el día del parto) enseñarle tus análisis de sangre y tu electrocardiograma si procede y que se elabore una historia clínica. Esto es fundamentalmente de cara a la utilización de analgesia epidural o en caso haya que hacer una cesárea de urgencia. Se chequeará tu estado de coagulación (saber si utilizas heparina o tienes las plaquetas bajas) y además el estado de tu espalda a nivel lumbar, el supuesto lugar de punción, en caso de necesitarla. Además de explicarte la técnica a realizar y resolver tus dudas con respecto a este tipo de analgesia/anestesia, por si estas interesada en usarla.


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