¡Ya queda menos!. Si todo va bien,
te encontrarás un poco más cansada, con más dificultades para moverte
ágilmente y descubrirás que amarrarse los zapatos o pintarse las uñas de
los pies, son tareas titánicas.
Luego de la prueba del azúcar del
segundo trimestre, entramos en una fase de tranquilidad, tu matrona
(enfermera especializada en obstetricia) te seguirá haciendo controles
de peso y tensión arterial, para asegurarnos que todo vaya bien.
Si
tu grupo sanguíneo es negativo, sobre la semana 28 tu médico te indique
una vacuna, ésta sirve para evitar que tu sistema inmune haga
anticuerpos contra el grupo sanguíneo de tu bebé en el hipotético caso
que fuera Rh positivo. Como no lo vamos a saber hasta que nazca, te
deberías colocar la inyección por si acaso. Si tu pareja y tú, son Rh
negativos no hace ninguna falta ponerte la inyección, tampoco si eres Rh
positivo.
Alrededor de las 32 - 34 semanas, tu médico realizará una ecografía
un poco más detenida, revisando el peso del bebé, sus extremidades, riñones, etc.
Para detectar posibles irregularidades en el crecimiento del bebé que
sólo se observan al final del embarazo. Además, te pediremos otros
análisis de sangre y orina, la cual también nos sirven para detectar
complicaciones del final del embarazo.
En el tercer trimestre lo
habitual es que empieces a notar contracciones, las que decimos
"preparatorias" o de Braxton Hicks, estás contracciones las tienes casi
desde el inicio de la gestación pero se suelen empezar a sentir a partir
de la segunda mitad del embarazo.
La mayoría cursan sin dolor,
puedes notar que el abdomen se pone un poco duro, se mantiene así pocos
segundos y se puede irradiar hacia los genitales o hacia la espalda,
pero sin llegar a ser muy dolorosa ni intensa. Puedes tener muchas al día, y
sobre todo darte cuenta que aumentan con la actividad, en cuanto descansas y bebas muchos líquidos, deberían desaparecer y separarse en el tiempo.
Si te quedan dudas o las tienes muy intensas o muy frecuentes,
consulta con tu médico, probablemente necesitará realizarte una
ecografía vía vaginal para poder medir la longitud del cuello del útero e
identificar si has tenido contracciones de las que pueden provocar un
parto antes de tiempo. Las ecografías por vía vaginal no dañan a tu
bebé, así como tampoco las relaciones sexuales, recuérdalo.
Es
ideal que inicies, si no lo has hecho ya, la preparación al parto,
siempre dirigido por una matrona que además de resolverte dudas muy
frecuentes, te explicará que esperar en el momento del parto y en los
primeros momentos del nacimiento de tu bebé. Confía en ellas.
Además, sobre la semana 34 deberías iniciarte también, con el masaje perineal.
Es eficaz para estimular la elasticidad de esa zona a la que le
pediremos tanto en el momento del parto, así que lo mejor es que esté
preparada e hidratada. Existen vídeos y recomendaciones online
de como se deben hacer estos masajes, sólo necesitas un poco de aceite
de rosa mosqueta y tus manos, no hay excusa para no hacerlo.
Sigue disfrutando de tu barriga hermosa, luego la extrañaras.
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