Ir contenta a la ecografía esperando oír a tu bebé y enterarte que ha decidido partir antes de tiempo, es de los tragos más amargos que pasa una pareja.

Casi nunca podremos responder a tu pregunta ¿por qué?. Se asume que la mayoría es por una fecundación mala (al azar) y produjo un embrión que no iba bien. La naturaleza en su infinita sabiduría esta programada para traer niños sanos.
Lamentablemente en ese momento, los médicos tenemos que proponer soluciones al aborto retenido, te explico un poco cuales son:
1. No hacer nada, o lo que se llama la "conducta expectante": recomendable en gestación pequeña, menor a 8 semanas o si ya has empezado con sangrado espontáneo. Dejar que tu cuerpo haga lo suyo no es una idea descabellada. Siempre con un límite y un vigilado por tu médico.

3. El legrado o limpieza quirúrgica, se hace en quirófano con sedación controlada por un anestesista. Suele ser un procedimiento rápido y que requiere pocas horas de ingreso hospitalario. Muchas mujeres optan por esta vía porque es lo más rápido. Pero hay muchas otras que les da mucho miedo el quirófano, así que depende de cada una.
Al ser un procedimiento quirurgico puede tener complicaciones (muy poco frecuentes): infección, sangrado, perforación etc. Habitualmente, se colocan también las mismas pastillas para dilatar un poco, para que sea más fácil entrar al utero sin dañarlo.
Recuerda, no hace falta ser presionada para decidir, no necesitas tener una respuesta ese mismo día sobre como quieres actuar. No va a pasar nada por dejar unos días más los restos en el utero.
Es mejor parar, pensar y tomar una decisión con la que estés conforme tu y tu pareja.