viernes, 18 de marzo de 2016

Parto en el agua

Hace poco me preguntaron en la consulta que opinaba sobre el parto en agua, y tuve que reconocer, no opinaba nada en concreto porque sabía poco de él, así que decidí echar un vistazo.
Reconozco que es un tema un poco sensible, conozco alguna amiga que ha tenido un parto en el agua en otro país y fue estupendamente. No quiero hablar de casos en particular, en muchos países europeos y nórdicos esta intervención es muy usada, pero en España aún existen algunos conflictos. Lo más interesante de abordar, es que aquí los residentes de obstetricia ni de matrona se nos forma para asistir un parto de este tipo. Por lo tanto, la experiencia es pequeña, porque son pocas las personas formadas apropiadamente en este campo, y eso también conlleva a la desinformación de las personas que deberíamos ser los que recomiendan o no, una cosa u otra.

En el Reino Unido en el 2006, las matronas en conjunto con los ginecólogos realizaron un protocolo de parto en el agua. En el que indica que sólo las mujeres de bajísimo riesgo pueden acceder a este tipo de parto. Contando además con matrona certificada y preparada en casa u hospital (nada de doulas) y si es en casa, acceso a traslado a hospital inmediato si hay complicación. Aun así ellos en sus propios documentos dicen que el 1% de todos los partos en el reino unido han tenido una intervención en el agua, pero no se especifica (o por lo menos yo no he sido capaz de encontrarlo) si se refiere sólo al periodo de dilatación o a parir en el agua (fase de expulsivo). Lo cual es una pena, porque si hubiera estadísticas con estudios bien hechos y diseñados, se acabaría con las dudas que muchos plantean.

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia en consenso con la Sociedad Española de Neonatología, recomendaron la inmersión en agua
caliente como analgésico (para calmar el dolor) mientras se está dilatando, (como alternativa a la epidural) pero desaconsejaron el parir en el agua, por la falta de evidencia científica publicada que avale beneficios y confirme la ausencia de riesgos para la madre y el bebé, sólo recomiendan esta modalidad de parto, en el contexto de un ensayo clínico definido. Igualmente la American Academy of Pediatrics y la American College of Obstetrics and Gynecologist, coinciden con la opinión española.
Para resumir los estudios científicos que hay, hablan de la analgesia proporcionada a la madre usando agua caliente (el calor relaja los músculos y el ánimo), las recomendaciones son entre 35 y 37 grados de temperatura, la cual debe ser monitorizada por el personal asistencial continuamente. Entre los beneficios se mostró una disminución de uso de epidural, hizo que la dilatación fuera 32 minutos más corta.Por lo demás, no hubo diferencias entre partos vaginales, indicaciones de cesárea o de parto instrumental, uso de oxitocina, trauma perineal o infección materna.
En los recién nacidos no hubo diferencias en Apgar (escala valorativa para saber si el bebé necesita más cuidados al nacimiento), ingresos en unidad de cuidados intensivos o infecciones.

Los que son contrarios al parto en agua, refieren que en algunas series de casos que datan ya de 1999, hubo una muerte de un recién nacido, pero no se ha comparado la tasa de supervivencia de bebés entre partos en agua y partos fuera del agua. Así que no sabemos a ciencia cierta. En otras revisiones se habla de alguna dificultad en el bebé de regulación de temperatura, alguna intoxicación por agua y sepsis neonatal.

Revisando y leyendo lo científico, no hay un protocolo específico que haya sido comparado con otro. Algunos utilizan sales en el agua, las bañeras cumplen distintos estándares, con recirculación de agua o no, hasta donde es recomendable la inmersión, cuánto tiempo se recomienda estar fuera de la bañera, el alumbramiento (salida de la placenta) es dentro o fuera del agua, etc. Muchos cabos sueltos en el momento actual.
Lo único que se demostró en todos los estudios fue el aumento de la tasa de satisfacción materna y la sensación de control, y esto ayuda al bienestar emocional posnatal materno. Cosa que no es nada despreciable, pero cuidado, el respeto a la autonomía y la libertad de elección de la madre tiene como límite la seguridad del recién nacido, y como tal no hay una recomendación científica clara.

Así que me quedo como estoy, con lo que existe en papeles, no puedo recomendar libremente está práctica, pero si se quiere experimentar buscar profesionales entrenados y prudentes sobretodo, aquellos que sepan identificar cuando algo se sale de lo normal y puedan actuar rápidamente, en esto de la obstetricia los minutos valen oro. 

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